Transcripció de l'entrevista per la Revista “Gente de hoy” en el número d'hivern.
Rosa Baró: La dieta puede impactar positivamente en los mecanismos inmunológicos de nuestras defensas ya que para que ésta defensa inmunitaria se lleve a cabo con normalidad, se requiere un nivel adecuado de nutrientes en el organismo y una buena disponibilidad de los mismos.
El sistema inmunitario es complejo y los elementos que lo integran participan en numerosas funciones de forma integrada con otros sistemas del organismo. Por ejemplo la primera línea de defensa la constituyen las barreras físicas como la piel y también la microbiota intestinal.
En el caso de las vitaminas y los minerales ejercen un papel importante en muchas vías metabólicas y se consideran esenciales para la integridad y el perfecto funcionamiento de nuestro sistema inmunitario. Tenemos la vitamina A, ácido fólico, vitamina B6, vitamina B12, vitamina C, vitamina E, también muy importante la vitamina D, hierro, zinc, cobre y selenio, que ejercen efectos inmunomoduladores.
LA: Y al contrario; ¿qué tipo de alimentación influye negativamente en nuestras defensas?
RB: La desnutrición o los excesos no son adecuados, influye negativamente una alimentación rica en grasas saturadas, azúcares, edulcorantes, bebidas con alcohol, refrescos, productos procesados... y también una alimentación deficitaria en energía y/o proteínas.
LA: ¿Podemos contraer enfermedades relacionadas con el sistema inmunitario si la dieta es inadecuada?
RB: A través de distintos estudios epidemiológicos se ha visto que algunas infecciones como pulmonía, diarrea bacteriana y vírica, sarampión y tuberculosis están más influidas negativamente por el estado nutricional del individuo que en el caso de otras infecciones.
LA: ¿Piden los nuevos consumidores alimentos que además de nutrir tengan esa capacidad extra de mejorar otras funciones como la inmunitaria?
RB: Debido a la pandemia actual por la Covid-19 si se ha despertado el interés por los alimentos o nutrientes que permiten al sistema inmunitario funcionar de forma eficiente pero debemos recordar que no solo es importante en pandemia, sino a lo largo de toda nuestra vida.
Recordemos un adecuado consumo de:
- Proteínas: elementos estructurales importantes de las células inmunitarias y los anticuerpos. Potenciando legumbres, frutos secos, huevos de gallinas en libertad, pescado y carnes blancas magras.
- Ácidos grasos esenciales como los ácidos grasos Omega 3 para el funcionamiento correcto de las membranas de las células inmunitarias y para frenar los procesos inflamatorios. Consumiendo pescado azul, frutos secos como las nueces y semillas como el lino o la chía.
- Vitaminas y minerales: vitaminas A, B6, B12, ácido fólico, vitaminas C, D y E, zinc, cobre, hierro y selenio.
Obviamente, ninguna dieta evitará que contraigamos infecciones o enfermedades, pero una alimentación rica y variada contribuirá al buen funcionamiento de nuestro sistema inmunitario y de nuestra microbiota intestinal.
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